¿Que cojones había hecho?¿De verdad que por una estúpida rabieta la había dejado sola? No paraba de darle vueltas si no fuera tan gilipollas no habría pasado nada.Y es que, ya no podía más ya eran tres días lo que llevaba inconsciente.Siento como si cayera en un profundo pozo de tristeza, la desesperación inunda mi cuerpo y me ahogo en mis lagrimas.
Ahora mismo estoy sentado al lado de su cama.No duermo ni como, solo vigilo no me perdonaría nunca que se despertara en medio de la noche y se encontrase sola.Bueno, tampoco me perdonaré lo que le he hecho.Desde que la conocí su vida ha ido de mal en peor.Cada minuto es un calvario para mi, dudo que pueda aguantar mucho más.Aunque soy un cobarde y un mal nacido he tomado la mejor decisión de mi vida.Pensé en dejar una nota o contárselo a los demás.Ahora me doy cuenta de que lo único que me importa es su felicidad, yo me doy igual.he decidido que solo ella lo sabrá.No quiero que nadie me detenga, nada de lo que haga será en contra de mi voluntad.Cuando despierte le diré mi decisión.
Se ha movido, un dedo.Sus ojos se abren poco a poco.Su alma despierta pero lo noto en sus ojos, está asustada; seguramente de mi.Es ahora o nunca.Se lo tengo que decir.
-Me voy.Para siempre
Lo último que veo es una lagrima resbalas pos sus suaves mejillas.Y otra vez huyo,salto por la ventana; como un cobarde que teme al futuro y se asusta del pasado
