Capitulo 12

A partir de aquí la cosa se pone interesante…

Doceavo capitulo

Sam

La madre de Gabi era genial. Creo que una manera rápida de conocer a una chica/mujer es hiendo juntas de compras. Ella era jovial y divertida y madura y responsable cundo tocaba. Me compro tanto como dijo Gabriel que haría porque ahora soy su única hija. Me aconsejó que comprara muchos vestidos y ropa elegante y formal porque a  los vampiros le encantaban las fiestas y celebraban muchas. Compré muchos zapatos, vaqueros, faldas, camisas, camisetas, corpiños, tacones, deportivos, vestidos…Si no fuera porque ellos eran ricos y estaba acostumbrada a eso me habría desmayado un par de veces al ver los precios. Hablamos tanto y de todo que las dos sabíamos todo sobre nosotras y nuestras respectivas familias incluso descubrimos que compartíamos unas cuantas aficiones y gustos .Por fin sentía lo que era el amor de madre.

Gabriel

Sabía que mi madre y Samantha tardaría un rato en llegar, pero ya eran las 5 de la tarde y todavía no estaban aquí. No sabría que decir sobre Sam pero mi madre era muy estricta respecto a la puntualidad y llevaba 3 horas de retraso. Todos estábamos muy preocupados por lo que mi padre llamo a la orden para denunciar su desaparición, pero creo que Matt pese a que era un niño muy espabilado y maduro no podía aguantar que su madre no estuviera con el y le atenazaba el miedo de que no volviera o le hubiera ocurrido algo.

Todos nos alertamos al escuchar el tono que anunciaba una llamada entrante en el teléfono de mi padre ya presente desde hacia unas horas. Cogió el teléfono y a medida que la conversación avanza-mi padre solo asentía mientras se  oía el barullo producido por la voz de la otra línea-el rostro de mi padre daba traspiés entre la tristeza y la ira. El silencio se rompió cuando mi padre colgó y nos dijo:

-Ha habido un ataque de necrófagos, en París. Las víctimas son una vampira antigua herida de gravedad y una no iniciada desaparecida. Son mamá y Sam.

Lo que me temía, otro ataque. El nombre de Sam rondaba en mi cabeza. ¿Qué le habrían hecho a la pequeña Sammy que no sabía nada sobre nada? ¿La habrían matado? Ésta última frase no para de resonar en mis oídos sin dejar  espacio a la posible gravedad de las heridas de mi madre. JURÉ. Juré que esta vez no. No sería igual. No como con Amalia.

Sam

Nos dirigíamos a un callejón oscuro para que nadie nos viera teletransportarnos. En cuanto pusimos un pie en el callejón, apareció ante nosotras una imponente fila de seres hinchados-supongo que por el gas de la descomposición-a los que les sobresalían la lengua y los ojos de su demacrado rostro, sus mejillas huecas daban aspecto de muerto y su nariz sanguinolenta daba un aspecto terrorífico. Sus ojos rojos e intimidantes no presagiaban nada bueno. Al segundo Emily se puso delante de mí para proteger nuestras vidas .Empezó a matar a aquellos bichos uno por uno a patadas y puñetazo y volteretas increíbles que juro que un día lograría. De repente sentí un fuerte dolor de cabeza que produjo mi desmayo. Recuerdo abrir un par de veces lo ojos y ver como esos seres pegaban y maltrataban a Emily y finalmente dejarla con un aspecto peor que el mío o al menos eso pensabas yo. Uno de esos apestosos bicos se acerco a mí y me susurro al oído: ´´ tu fin esta cerca. Una nueva era a de comenzar, tú serás la primera’’. Luego de eso sentí el traqueteo del motor de un coche. Eso es lo último que recuerdo antes de sentir un horrible frio y caer en un profundo pozo entre la depresión y la amargura del que me era imposible salir. Sentía dolor en cada centímetro de cuerpo que a cada segundo aumentaba su intensidad. Me sentía sola y vacía por dentro, estaba encadenada a la oscuridad y al silencio perpetuo. No era consciente del tiempo, ya no sentía nada. Era horrible. Se describiría fácilmente con 3 palabras: Soledad, Oscuridad y Dolor. La ilusión junto a la esperanza habían desaparecido hacia demasiado tiempo. Lo que más deseaba en esos momentos era la muerte. Esperaba, sentía y sabía que pronto llegaría